viernes, 31 de julio de 2009

Otro post para la Ele en la víspera de una despedida

Como todos estamos triste-alegres, yo digo que

La ropa de la Ele está mojada
De tanto llover, lavar y llorar
Por la ventana del tren tira sus recuerdos
Y aprieta
El pañuelito que envuelve su cabeza
El reloj le abraza la muñeca

Recuerda su casa y Teillier le dice
Desde alguna órbita heliocéntrica:
Ninguna ciudad es más grande que mis sueños


y entonces se me ocurrió citar a Alfonso Reyes (a propósito de México, jijiji):

La melancolía del viajero

A veces, los que vuelven de un largo viaje conservan para toda la vida una melancolía secreta, como de querer juntar en un solo sitio los encantos de todas las tierras recorridas.
La Odisea no nos hace asisitir a los últimos días de Ulises. Cuando Ulises hubo recobrado sus playas y arrojado de su palacio a los pretendientes, dando así término a la gran empresa de su vida, ¿quién duda que se abrió a sus ojos una melancólica perspectiva de ocios y recuerdos, en las noches inacabables de Ítaca, junto a la afanosa rueca de Penélope? Se puede huir a la seducción de las sirenas, amarrándose bárbaramente al mástil. Pero ¿cómo olvidar después las canciones de las sirenas? Apenas ha reposado Ulises, y ya anuncia a su fiel Penélope que nuevos trabajos le reclaman: "Los dioses - le dice- me mandan recorrer todavía muchas ciudades, hasta que no encuentre la tierra de los hombres que ignoran el mar y que cocinan sin sal sus alimentos". La larga ausencia y los trabajos habían quebrantado seguramente la gallardía de Ulises. (...)

Había cenizas en las inextintas ascuas del hogar. Ya no sabía Ulises qué desear más - como todo el que ha recorrido mucho mundo-; si el reposo o las aventuras. Hombre que ha perdido su centro, casi nunca vuelve a recobrarlo. ¡Ay! los que viajan por mar y tierra han de tener un corazón hecho a todos los embates de la alegría y el duelo, y un ánimo de renunciamiento casi de santos. Temen regresar a sus playas, y las desean. No encuentran a la vuelta lo que habían dejado a la partida. Ya no saben dónde ha quedado la tierra y la casa que soñaban.

Heureux qui, comme Ulysse, a fait un beau voyage,
ou comme celui-lá qui conquit la Toison,
et puis est reourné, plein d'usage et raison,
vivre entre ses parents le reste de son age.
Alfonso Reyes
Así que mi querida viajera, la esperamos a la güelta.
( Quería censurar la parte de "su fiel Penélope" para que no mirés las malas expresiones, pero me sentí muy represiva)

3 comentarios:

HuelveElena dijo...

Qué lindo esto, Lau!!!!!

Muñequitas de sala a las que de pronto les salen pies

Raúl Marín dijo...

Yo estoy triste-alegre. Pero estoy más enfermo quiotra cosa. :P
Me gustó el post, ya "en sí".

Anónimo dijo...

Y de casualidad, releo La Odisea, bueno...
Saludos.